NO FELIZ 4 DE JULIO
- Stephania Danae Aguilar
- 5 jul
- 7 Min. de lectura
Por: Stephania Danae Aguilar Hernández
“La injusticia en cualquier parte es
una amenaza a la justicia en todas partes"
Martin Luther King Jr.
El 4 de julio se celebra en Estados Unidos el Día de la Independencia, una de las fechas patrias más importantes del país. Esta conmemoración recuerda la firma de la Declaración de Independencia en 1776, cuando las trece colonias británicas en América del Norte proclamaron su separación del dominio del Imperio Británico. Este acto marcó el inicio del nacimiento de una nueva nación: los Estados Unidos de América.
La fecha es símbolo de libertad, soberanía y unidad nacional. A lo largo del país, se realizan desfiles, conciertos, discursos oficiales, reuniones familiares y espectáculos de fuegos artificiales. Es un día de fuerte carga simbólica y patriótica, en el que se recuerda la lucha por los ideales democráticos, como la libertad, la igualdad y el derecho a la autodeterminación. Además, el 4 de julio también es una ocasión para reflexionar sobre la historia del país y reafirmar los valores que dieron origen a su independencia.
Los valores que dieron origen a la independencia de Estados Unidos el 4 de julio de 1776 están profundamente ligados a las ideas de la Ilustración y al pensamiento político moderno de la época. Entre los más importantes se encuentran:
Libertad:
Fue el valor central del movimiento independentista. Las colonias buscaban liberarse del control político y económico de Gran Bretaña, especialmente del sistema de impuestos sin representación en el Parlamento. La libertad implicaba el derecho de los pueblos a gobernarse a sí mismos.
Igualdad:
La Declaración de Independencia afirma que "todos los hombres son creados iguales", una idea revolucionaria para su tiempo. Aunque en la práctica no se aplicó plenamente (por ejemplo, respecto a mujeres y personas esclavizadas), sí estableció un ideal que influiría en luchas futuras por los derechos civiles.
Soberanía popular:
Se promovió la idea de que el poder legítimo emana del pueblo y no de los reyes o de instituciones heredadas. Este principio sentó las bases para el sistema democrático estadounidense.
Derechos naturales:
Inspirados en filósofos como John Locke, los líderes independentistas defendieron que todos los seres humanos tienen derechos innatos, como la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, que ningún gobierno debe violar.
Justicia:
La lucha por la independencia también fue una lucha contra lo que se percibía como un gobierno injusto y opresor. La búsqueda de un sistema legal justo y representativo fue otro de los pilares del nuevo país.
Estos valores no solo fundamentaron la independencia, sino que también influyeron en la creación de la Constitución de Estados Unidos y en muchas otras luchas por la libertad y la justicia en todo el mundo.
¿Se han violado los valores fundacionales de Estados Unidos?
La afirmación de que hay una violación de los valores que dieron la independencia a Estados Unidos es un tema de debate constante y profundo. Desde su fundación, el país se ha esforzado por vivir a la altura de sus ideales, aunque la realidad histórica y contemporánea muestra que ha habido y sigue habiendo tensiones significativas.
El más evidente y quizás más hipócrita, es la existencia de la esclavitud en el momento de la fundación y la posterior segregación racial. Esto contradice directamente el principio de que "todos los hombres son creados iguales" y con derechos inalienables.
Hubo leyes que buscaban mantener la supremacía blanca y la discriminación contra los afroamericanos. Establecían la segregación en todos los aspectos de la vida pública: escuelas, transporte, hospitales, restaurantes, baños públicos, fuentes de agua, e incluso cementerios, la premisa legal era "separados pero iguales", aunque en la práctica las instalaciones para afroamericanos eran invariablemente inferiores.
Este sistema se mantuvo a través de la intimidación, la violencia y el terror de grupos como el Ku Klux Klan. A mediados del siglo XX, un poderoso “Movimiento por los Derechos Civiles”, liderado por figuras como Martin Luther King Jr., luchó contra la segregación y la discriminación. Utilizando tácticas de desobediencia civil no violenta, protestas y litigios, que lograron avances significativos.
Aunque la esclavitud y la segregación racial han sido abolidas legalmente, su impacto sigue siendo visible en la sociedad estadounidense actual. El legado de estas instituciones se manifiesta en las disparidades socioeconómicas, la desigualdad sistémica y las conversaciones continuas sobre raza, justicia y equidad. La historia de la esclavitud y la segregación es un recordatorio constante de la lucha de Estados Unidos por vivir a la altura de sus ideales fundacionales.
El tema de al segragacion racial va muy tomado de la mano con la situación de los migrantes ya que en los últimos años y mas en este ultimo año las políticas de inmigración y el trato a los inmigrantes en Estados Unidos son un tema complejo, con una historia de altibajos que a menudo ha estado en tensión con los ideales de libertad e igualdad del país.
Las políticas de inmigración y el trato a los inmigrantes en Estados Unidos son un tema complejo, con una historia de altibajos que a menudo ha estado en tensión con los ideales de libertad e igualdad del país.
Las políticas de inmigración y el trato a los inmigrantes a menudo entran en conflicto con los valores de libertad, igualdad y compasión que se supone que definen a Estados Unidos:
"Todos los hombres son creados iguales": La discriminación en las leyes de inmigración históricas y las políticas que deshumanizan a los inmigrantes socavan este principio.
"Libertad y búsqueda de la felicidad": Las detenciones prolongadas, la separación familiar, y la falta de acceso a procesos justos y seguros para solicitar asilo o visas, limitan drásticamente la libertad y la oportunidad para muchos.
Dignidad Humana: Las condiciones en los centros de detención, el trato a los niños migrantes y la retórica política a menudo han sido criticados por violar la dignidad humana básica.
Mientras que Estados Unidos es un país fundado en parte por inmigrantes y que ha prometido ser un "faro de esperanza", la realidad de sus políticas migratorias actuales y pasadas demuestra una tensión constante entre sus ideales y la práctica, impulsada por preocupaciones económicas, políticas y de seguridad nacional. El debate sobre cómo reformar el sistema de inmigración y cómo tratar a los inmigrantes de manera más justa es uno de los más acalorados y divisivos en la política estadounidense contemporánea.
En los últimos seis meses, la situación de los derechos de los inmigrantes en suelo estadounidense ha continuado siendo un punto de profunda preocupación y debate, reflejando una persistente tensión entre los ideales fundacionales del país y las realidades de sus políticas migratorias. A pesar de los llamados de organizaciones de derechos humanos y la comunidad internacional, se han observado y denunciado múltiples incidentes que sugieren una erosión de la dignidad y los derechos fundamentales de aquellos que buscan refugio o una nueva vida en Estados Unidos. La retórica política, a menudo endurecida por el ciclo electoral, ha contribuido a un clima donde la deshumanización de los inmigrantes puede conducir a prácticas que comprometen su bienestar y sus garantías legales.
Uno de los aspectos más críticos en este período ha sido el continuo escrutinio sobre las condiciones en los centros de detención a lo largo de la frontera sur. A pesar de algunas mejoras puntuales, persisten informes alarmantes sobre el hacinamiento, la falta de acceso adecuado a atención médica y legal, y las condiciones insalubres que afectan a miles de personas, incluyendo familias y niños. Las detenciones prolongadas, incluso para aquellos con solicitudes de asilo válidas, constituyen una violación del debido proceso y un atentado contra la libertad personal, especialmente cuando no existen alternativas menos restrictivas que garanticen el seguimiento de sus casos.
Asimismo, las políticas de acceso al asilo han seguido siendo un campo de batalla legal y humanitario. Aunque se han implementado algunas medidas para agilizar ciertos procesos, la realidad en la frontera sigue siendo de un acceso limitado y confuso para muchos solicitantes. Las restricciones, como la aplicación de la Título 42, aunque su aplicación haya variado, han sentado precedentes que permiten la expulsión rápida sin un debido proceso de asilo. Esto niega a individuos que huyen de la persecución y la violencia la oportunidad de presentar sus casos, lo cual es una clara contravención de las obligaciones internacionales de Estados Unidos en materia de refugiados.
La vulnerabilidad de los inmigrantes indocumentados dentro del país también ha sido exacerbada por un aumento en las redadas y detenciones. A menudo, estas operaciones generan temor en las comunidades, disuaden a las personas de buscar asistencia médica o reportar crímenes por miedo a la deportación, y rompen lazos familiares y comunitarios. La falta de un camino claro hacia la legalización para millones de personas crea una subclase de individuos que viven con el miedo constante a la deportación, limitando su acceso a servicios básicos y a la protección legal, a pesar de sus contribuciones económicas y sociales al país.
En conclusión, los últimos seis meses han puesto de manifiesto que, a pesar de los principios democráticos y los derechos humanos que Estados Unidos proclama, las políticas de inmigración y su implementación a menudo fallan en garantizar el trato humano y justo para los inmigrantes. La tensión entre la seguridad nacional y los valores humanitarios sigue siendo un desafío sin resolver. Para que Estados Unidos honre verdaderamente sus ideales de libertad e igualdad, es imperativo un replanteamiento fundamental de sus políticas migratorias, priorizando el respeto a la dignidad humana, el debido proceso y la compasión, por encima de la retórica punitiva y las soluciones de mano dura.
“Si no puedes volar, corre; si no puedes correr, camina; si no puedes caminar, arrástrate, pero hagas lo que hagas, sigue adelante”.
Martin Luther King Jr
FUENTES
González, Juan. “ Cosecha del Imperio: Una historia de los latinos en Estados Unidos”
Jefferson, Thomas. The Declaration of Independence (1776)
Luther King Jr., Martin. “Carta desde la cárcel de Birmingham”
“Tengo un sueño” (I Have a Dream) (video)
Wood, Gordon S. “La revolución estadounidense: una historia”
Zinn, Howard. “La otra historia de los Estados Unidos”
Comentarios